10 may 2017

Disparen a matar

"Otro mas..."

Esa es la línea que se repite casi a diario cada vez que se anuncia una nueva muerte a manos de la represión en Venezuela.

Mi país, a las 6 de la tarde se torna más obscuro, es la hora en la que los dirigentes dan el parte del día. Se confirman muertes, heridos, detenidos y demás sucesos del día de protesta. Muchas veces esa hora es apenas el comienzo para la represión en algunos sectores; donde la noche sirve de escudo para apuntar sus armas amparados en el terror, servidos en la violencia.

¿Cuando empezó esto?
¿Cuando acaba?

Las respuestas varían según el interlocutor.

Yo solo quiero dejar de llorar la muerte de gente a la que conozco por una foto en la nota cuando se anuncia su muerte. Una muerte provocada por la represión, esa que ordena el que ocupa el puesto de mayor rango político en mi país, ese al que le gusta bailar en televisión abierta y que celebra la muerte de ajenos con salsa brava.
Esa orden que pasa por una cadena de mando no disminuye, no cesa, y después de 40 días vemos que crece, cada vez más violenta, más atroz.
En este país lo que sobran son bombas lacrimógenas, mala intención y brazos a la orden del matón de la escuadra para apuntar a inocentes, a gente que con un escudo de madera o latón se protege de los gases  y aguanta la arremetida. Al que está detrás, al que no se rinde.
Estamos todos un poco heridos...
Heridos en el pecho, en la cabeza, en los pies.
Heridos de muerte.
Acá la orden no es disolver, acá la orden parece que es apuntar al blanco y que cada venezolano que pide libertad, paz, progreso, elecciones libres y justicia sea la diana del uniformado de guardia.

Disparen a matar, que para el gobierno los muertos solo son cifras.


18 años y este gobierno se tambalea, y dispara a quemarropa.
Nuestro trabajo a esta hora es uno: No te dejes matar.
Nuestra tarea es salir de este gobierno y no morir en el intento.

@GabyAcostaSoto




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