26 mar 2017

Respirar

Ir y venir, pensar y creer, soñar y volar; despertar.

Este día a día que atormenta la paz de un silencio necesario para encontrar lo que buscas frente al espejo no es fácil.


Hay que ser optimista, o muy tonto para creer que la vida se compone con solo creer que se puede.

Algunos le llaman constancia, otros fe; yo creo que la vida consiste en prepararse.
La vida consiste en prepararnos para lo que viene y la verdad es que nunca estamos preparados para lo que llega. La vida se encarga, muy descarada ella, de hacerte saber que las cosas no siempre suceden cuando buscamos o queremos, el timing llega cuando la puta vida cree que estamos listos, y eso no lo sabemos hasta que nos pega en la cara.


No busco salvación el las líneas de otros que leo calmada mientras seco mis angustias con el borde de mi blusa, ni paz en esa taza de café de las 7 de la mañana, que suele ser la segunda del día.

No espero consejo en la mirada de una amiga que escucha mi pesar, solo quiero que me deje seguir, seguir un paso más allá.

No es mentira eso de que a veces hay que rendirse, no es mentira. Hay que rendirse y después de llorar una tarde entera,  y dormir.

Siempre amanece pesado en la espalda pero liviano en los pies. Compensar eso es una tarea que se aprende a manejar con la práctica y un par de días sin conexión a Internet.

Crear silencios es la clave, silencios para escucharnos.

Es lo más complicado que he hecho en mi vida y aún no he sanado la mitad de mis angustias, pero al menos ya escribo, acepto, perdono y cada vez hay menos miedo en mi "qué decir" cuando se me despierta la necesidad de contar, que no es otra cosa que soltar poco a poco esos nudos de los que hay que meterle los dientes para ir aflojando. Cada vez hay menos nudos.

Es como esos científicos que pasan una vida creando una teoría, sabemos las respuestas, lo que no sabemos es hacerlo creíble, tangible; ahí se nos va la vida.


Por ahora solo hago el ejercicio diario de aprender a respirar, eso, para alguien que a los 10 años no podía correr más de 50 metros seguidos son perder al aliento, es bastante.


Respiro.


Sigo.


@GabyAcostaSoto












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