No voy a contar cómo nos conocimos, en las cosas que coincidimos y
todas las veces que nos peleamos, las confidencias que nos hicimos, todos los
cafés que nos tomamos, lo que caminamos o corrimos.
No voy a contar cuanto respetábamos y valorábamos el trabajo de la
otra, los consejos que nos dimos, ni las metidas de pata que hicimos.
No voy a contar los sueños que teníamos ni los recuerdos que nos
gustaba recrear en conversas infinitas.
No voy a contar cuanto sabíamos de nosotras y cómo llegamos a ser
amigas.
Cómo nos juntamos, nos distanciamos y nos volvimos acercar y luego a distanciar una y
otra vez.
No voy a contar lo triste que me siento ni todo lo que he llorado desde
hace 4 días por ti.
No contaré nada.
Prometo sonreír cuando vuelva a pensar en ti; pero no hoy, ni mañana.
Tal vez en unos días o una semana, no sé cuando, pero te prometo que lo haré.
Hoy estoy triste, porque en mi sentir egoísta pienso que tenías mucho
que dar todavía, y tal vez para ti fue suficiente.
Hoy me prometo respetar tu momento para irte y buscar la manera de entender que cada quién
debe vivir e irse a su manera y no a la manera que el resto queremos.
Hoy solo quiero darte las gracias por lo que me diste y lo que me
permitiste dar.
Te abrazo.
Maracay, 04/03/2020